James Nachtwey se presenta en este documental como un fotógrafo de guerra muy humilde y a su vez, el fotógrafo que más cerca ha estado, y más veces, de la muerte. Ciertamente sus fotografías han mostrado las peores cosas que la especie humana se puede hacer a sí misma.
Por la dureza de sus imágenes podemos suponer, la dureza de sus vivencias. Pero Nachtwey se muestra como un bloque de piedra, inerte ante esas situaciones. Lo más llamativo de su personalidad es lo humilde que resulta ser, y es que el dilema interno debe ser demasiado grande como para, ya no querer hablar de tus fotos, sino tampoco de los momentos en que fueron tomadas o cómo fueron tomadas.
Nachtwey cree verdaderamente que la fotografía puede cambiar el mundo, por eso sigue haciendo su trabajo. Sus amigos comentan que viven esperando una fatídica llamada, el sabe a lo que se arriesga. De los momentos más crudos que puede vivir un fotógrafo, Nachtwey los ha vivido con creces. El 18 de abril de 1994, junto a otros fotógrafos Nachtwey cubría unos enfrentamientos en un barrio de Johannsburgo. Justo a su lado hirieron de muerte a Ken O, miembro del Bang Bang Club y casi matan también a Greg Marinovich, otro miembro del club. Aún así no se ha retirado, sus valores y compromiso son más fuertes que sus miedos o su propia vida.
Marinovich herido de bala es ayudado por Nachtwey. |
Ken O herido de muerte en la fotografía de prensa del día posterior |
Analizando la figura de Nachtwey y su relación con la fotografía como medio para mejorar "el mundo", se me vienen a la mente dos documentales maravillosos que tratan sobre ese tema dentro de nuestras fronteras. El primero, "La sombra del Iceberg" donde se crea un discurso sobre la veracidad de la fotografía del miliciano muerto y sobre la importancia de esa fotografía en la historia.
Curiosamente, en el minuto 13, cuando se presenta a John G. Morris, aparece una fotografía de un fotógrafo de guerra, supuestamente Morris... pero quien sale realmente en esa fotografía es James Nachtwey no es Morris.
El segundo documental, más genérico, pero que resalta muy bien la importancia de la fotografía es: "Francisco Boix, un fotógrafo en el infierno". Y habla sobre la labor de un fotógrafo exiliado y hecho preso en un campo de concentración y exterminio Nazi; y como el documento gráfico de sus fotografías y su propio testimonio, fueron piezas claves en el veredicto de los juicios de Nuremberg.
Desde este blog con permiso, y a propósito del pequeño artículo sobre Nachtwey, quisiera condenar las políticas que el Gobierno de España ha anunciado para la próxima ley de Seguridad Ciudadana, que prohibirá la captación, tratamiento o difusión en internet de imágenes de policías en el ejercicio de sus funciones. Esta medida totalitaria me hace pensar que hace falta mas gente como Nachtwey, además de en lugares lejanos, en nuestros propios conflictos.
2 comentarios:
No logro imaginarme, que tipo de asimilación pone activa cuando prsencia las muertes a dos palmos de su lente. Hay que tener valor. Me ha recordado a cuando Luther King apartó a un fotógrafo que ayudaba a un manifestante negro en plena calle: -Haz tu trabajo, encárgate de testimoniar y contarle al mundo lo que está pasando.
Por otro lado, las medidas del Gobierno de España son una aberración y contrarias a la dignidad humana. Fachas y fascistas.
Ey! soy jose del curso. Me podrías pasar los apuntes de la escuela holandesa que hablamos el otro día? no tienes por qué liarte a escribir, con que me pases una foto de las páginas ya me apaño yo.
Saludos!
(jgraphix@gmail.com borra este comentario cuando lo leas.)
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